Ana Botella pide voluntarios para poder mantener y/o reanudar servicios públicos.
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha pedido a los ciudadanos de Madrid que, ante “la situación excepcional que vivimos”, en referencia a la recesión económica y las estrecheces presupuestarias del Ayuntamiento, se remanguen para poner en funcionamiento una serie de instalaciones públicas “que hemos construido y ahora no podemos atender”. Mediante esta solución “imaginativa”, y con la “implicación y colaboración de todos”, se podrán “sacar adelante y hacer rentables” una serie “infinita” de “espacios públicos”, entre los que la regidora ha especificado únicamente centros culturales, polideportivos y bibliotecas.
El voluntariado no sostiene, apoya. El voluntariado no se deja chantajear "o esto o nada". El voluntariado no es mano de obra barata. El voluntariado no es lo que hago, sino por qué lo hago. El voluntariado hunde sus raíces en la atención, el cuidado, el desarrollo de servicios dirigidos a personas, grupos o colectivos desfavorecidos.
La Administración, (etimológicamente quien sirve al ciudadano, ¡¡¡¡tela!!!!), es quien se debe hacer responsable del mantenimiento y desarrollo de estos servicios. Tiene valor que un Ayuntamiento endeudado hasta las cejas por obras faraónicas y que nos va a tener durante años pagando sobreimpuestos para pagar las mismas, nos pida a los ciudadanos que además soportemos la carga moral y funcional de mantener dichos servicios. Servicios por otra parte en los que sus presupuestos son "pecata minuta" comparados con los de dichas "Gallardonadas".
Señora, acomode su bolsillo, "nuestro bolsillo", para que haya recursos para todos los ciudadanos, y especialmente para los más necesitados. Y si no hay que invertir en obras, grandes centros tecnológicos, "calles M-30", casinos con paraísos fiscales .... etc, pues no se hace.
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